5.1.14

Artículo recomendado... "Siempre le toca al PP" de José Ramón Pin Arboledas.



SIEMPRE LE TOCA AL PP. Leído en... La Razón.



No es la primera vez. Cuando el Partido Popular ganó las elecciones de 1996 yo era concejal de Personal y Régimen Interior del Ayuntamiento de Madrid. Al calcular la nómina para el Presupuesto Municipal no se podía superar un determinado porcentaje de aumento. Lo marcaba el Gobierno. El presidente José María Aznar empezó su legislatura con una idea clara: controlar el déficit público era clave para la recuperación. Y lo hizo.
Al final los ingresos públicos empezaron a superar los gastos y hubo superávit. Inercia que continuó durante los tiempos de «España va bien» (¿recuerdan?) y se alargó los primeros años de Rodríguez Zapatero.
Entonces ayudó la privatización de empresas públicas. Con el dinero de aquellas operaciones se amortizó deuda soberana española. En consecuencia, los intereses a pagar disminuyeron y redujeron su tipo (la prima de riesgo). El servicio de la deuda se alivió y con ese respiró se mejoraron unos servicios públicos que heredó el PSOE cuando en 2004 volvió al Gobierno.
Siete años y medio más tarde, después de dos legislaturas socialistas, el déficit superó el 10%, aunque oficialmente el Gobierno del PSOE anunció sólo el 6,5%. Así que, en 2011, cuando el PP volvió al Gobierno, se repitió la situación. No hubo más remedio que aplicar la política de austeridad: subir el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y más tarde el IVA, y empezar a embridar de nuevo los gastos de las administraciones. Ahora, sin poder privatizar empresas públicas, en parte, porque la gestión socialista anterior las dejó invendibles.
La lección es: siempre le toca al PP reducir el gasto público, porque el PSOE lo deja lamentable. Quizás sea una ley inexorable: la izquierda descontrola el gasto que debe reconducir el centro-derecha cuando la sustituye en el Gobierno.
Además, reducir ahora el gasto es más complicado porque el poder de decisión está más distribuido. Las comunidades autónomas tienen más competencias. Por eso, dos años después, aún queda trabajo que hacer.
El CORA, la Comisión de Reforma de la Administración, con sus 127 acciones, no se ha completado y parece insuficiente. Reducir más el gasto público es urgente, porque si no se hace, no se podrá disminuir la presión fiscal: rebajar el IRPF y hacer más justo el Impuesto de Sociedades. Sin ello no crecerá el consumo y se tardará más en reducir el desempleo, la verdadera tragedia actualmente de la sociedad.


*Profesor del IESE

2014, ¿el año del inicio de la recuperación?


Cuando únicamente llevamos unos pocos días desde el inicio del año nuevo, este promete ser de lo más movidos de los últimos tiempos. Todos estamos muy esperanzados en que en su desarrollo podamos ir vislumbrando el final de esta larga y profunda crisis que ya dura siete años.
Sera un año políticamente muy activo ya que será año de elecciones europeas que si no serán nuevamente muy seguidas por la mayoría de los españoles, sí será la primera oportunidad de evaluar el nivel de desencanto y cabreo entre los electores y sus más directos representantes, los partidos políticos. El Gobierno de Mariano Rajoy podrá tener su primera prueba de fuego en el ecuador de la legislatura para ver si sus duras recetas para acometer la mayor crisis económica que ha vivido nuestra joven democracia, ha superado las expectativas de los votantes.
Si bien parece que en los primeros indicadores económicos del año pueden darle al Gobierno cierto margen al optimismo, quienes se tienen que presentar ante las urnas el próximo mes de mayo no van a ser Standard & Poor´s, Moody´s o Fitch, sino aquellos que vienen sufriendo las duras consecuencias de la crisis, y éstos no están para muchas euforias.
También será el momento de evaluar la labor de la oposición, con un Rubalcaba más que discutido entre su propia parroquia, y la oportunidad de sacar rentabilidad política a los grupos hasta ahora minoritarios y que en estos momentos de crisis  aspiran a rentabilizar el cabreo con los dos grandes partidos nacionales. También veremos la aparición de nuevas opciones nacionales que vendrán a animar el debate político patrio, pero ya veremos si logran contar con la complicidad del electorado.
Igualmente, y no siendo menos importante, estamos abocados al debate soberanista catalán y su imposible (por ilegal) anuncio de referendum para el mes de noviembre. 

SM el Rey Juan Carlos I ante su 76 aniversario.

Si para SM el Rey Juan Carlos I este último año ha sido nefasto, éste nuevo puede ser su "Annus horribilis ". No son pocos, y peligrosos, los nubarrones que acechan a la monarquía española desde frentes tan variopintos como a la vez incontrolables. El monarca que deslumbró a todo el mundo con su habilidad para gestionar la llegada de la Democracia desde la última dictadura de la Europa occidental, en lo que se llegó a identificar como la modélica Transición española, ha perdido su crédito un tiempo sorprendente. 
La institución está en entredicho, no por la labor de los mal llamados republicanos, bajo cuya denominación se esconden una amalgama de colectivos incapaces hasta la fecha de inocular en la población española los verdaderos valores republicanos de igualdad, libertad y fraternidad (están obsesionados con la fracasada Segunda República y con ganar una guerra que ya se libró el siglo pasado), sino por los propios errores de una institución que ha sido incapaz de afrontar correctamente ni los asuntos de su propia Casa, ni ha sido sensible a la gravísima situación de crisis que padecen desde haca ya demasiado tiempo los españoles.
En lo que afecta a su propia familia, este año puede ser el primero en el que un miembro de la Familia Real tenga que enfrentarse a un jurado, ante imputaciones tan graves como los que se vislumbran en el denominado Caso Noos por parte de la Infanta Cristina.
En todo caso...Felicidades Majestad.