Esta mañana se ha celebrado en el Palacio de Congresos de Cádiz el 14º Congreso Provincial del Partido Popular de Cádiz, en el que ha sido elegido como Presidente Provincial el diputado andaluz José Loaiza. Este congreso, en principio, estaba previsto como "de transición" y serviría para la consolidación del liderazgo de Loaiza al frente de los populares gaditanos. Pero finalmente, y a últimísima hora, el conclave popular ha ofrecido un sorpresivo e inesperado cambio en la Secretaría General ya que ha sido designada para tan importante cargo la también diputada andaluza y portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera, Teresa Ruiz-Sillero. La marcha de Daniel Nieto ha cogido con el pié cambiado a la inmensa mayoría de los miembros del Partido en la provincial, ya que conocemos de su ingrata labor callada en las formas pero eficaz en los resultados. Y aún más nos sorprende al ser una persona de la más absoluta confianza de Loaiza y del Secretario Regional, Antonio Sanz. Pero creo que a Dani Nieto le esperan nuevas responsabilidades dentro del organigrama interno o institucional del Partido ya que no estamos sobrados de personas con la experiencia de este joven, pero ya veterano, político isleño. Yo me alegraré por él y también por nuestro Partido. Pero la gran sorpresa, y reconozco que muy agradable, ha sido la designación de Teresa Ruiz-Sillero como flamante nueva Secretaria General del Partido en Cádiz. Si bién alguien pueda pensar a priori que se trata de un gesto de cara a la galería, estoy seguro que responderá plenamente a la confianza que desde la Presidencia Provincial se ha depositado en ella. Tere a demostrado ser merecedora de representar fielmente los intereses del Partido en épocas de crisis y ha sufrido la ingratitud de algunos ex-compañeros que en el pasado interpusieron sus intereses particulares a los del propio Partido, y lo que es más importante, al de los propios ciudadanos. Supo aguantar estoicamente y eso nos permitió convertir una grave crisis interna en un triunfo histórico en Chiclana de la mano de Ernesto Marín. Ahora tiene la oportunidad de demostrar en su nueva responsabilidad que es posible la alternancia política en feudos socialistas tan irreductibles en principio como parecía serlo Chiclana. Todo es convencerse de las posibilidades propias y la conformación de un equipo de personas dispuestas a trabajar en un mismo sentido. Como se suele decir, sus éxistos serán los nuestros, y quedan ya pocos años para que nos volvamos a enfrentar a una urnas que estoy seguro nos serán favorables para el bien de nuestra provincia.