En el próximo pleno ordinario que se celebrará el jueves, los concejales del ayuntamiento puertorrealeño tendremos la oportinidad de terminar con la infamia de veinte años de colaboración con el régimen castrista cubano. Por medio de una institución democrática y gracias a la fuerza de la razón y la de los votos, pondremos fin al aprovechamiento particular y político que José Antonio Barroso ha hecho de la tragedia que viven desde hace medio siglo el hermano pueblo cubano: el haber tenido que soportar a dos sanguinarios dictadores: Batista y Castro.
En todo este tiempo, y hasta lo que puede llegar el conocimiento de la realidad que se vive en la isla caribeña desde la comodidad que ofrece encontrarse a miles de kilómetros de distancia, el pueblo de Cuba (incluyéndo naturalemente a los cientos de miles que se encuentran en el exilio), se merecen conocer un periodo de prosperidad y paz bajo un gobierno democrático de unidad nacional. Pero eso se podrá materializar siempre que algunos pseudodemócratas y filodictadores como Barroso que pretende aprovecharse de un pueblo que se encuentra bajo el yugo de la represión comunista del castrismo, no se dediquen plenamente a las responsabilidades políticas para la que fueron elegidos, y no a intentar apuntalar a una serie de dictadorzuelos, sanguinarios y opresores que pretenden perpetuarse en el poder a costa de la libertad y bienestar de su pueblo.
Pero para ser sinceros, y contestando a la pregunta del post, tengo que decir que no tengo la más mínima esperanza de que esta iniciativa llegue a salir adelante ya que se necesitaría el voto mayoritario de los trece miembros de la oposición y ya sabemos que el pacto que Mosquera y Barroso mantienen para apuntalar a González Cabañas en la Diputación, provocará la abstención del grupo socialista, traicionándo una vez más sus compromisos con los votantes puertorreleños a cambio de agradar a su jefe.