La Consejera de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quiso dar un golpe de efecto durante la presentación en Sevilla de los nuevos representantes de la administración andaluza en el Consejo Rector del Consorcio Aletas. Díaz anunció que los representantes de la Junta van a proponer en la próxima reunión que sea el propio Consorcio Aletas quien adquiera los terrenos de la antigua fábrica de DELPHI, hoy en concurso de acreedores. Dichos terrenos tienen un valor actual de más de 10 millones de euros.
La futura Vicepresidenta del Consorcio creyó que sería una idea audaz unir en una sola propuesta dos de los proyectos más significativos de la incapacidad socialista en materia de generación de empleo en la Bahía de Cádiz de los últimos años.
Ante la difícil situación en la que se encuentran los socialistas andaluces y gaditanos con los ex-trabajadores de DELPHI a los que se le ha anunciado ya la finalización de los programas de reinserción laboral y con el resto de parados de nuestra provincia pendiente de un trato similar al dado en estos últimos cinco años a los ex-trabajadores de la multinacional norteamericana, esta propuesta no puede ser calificada de otra forma que un insulto a los gaditanos.
Tras décadas de programas de reindustrialización, de incentivos europeos para la formación y la implantación de nuevas empresas, y de promesas de nuevo suelo industrial donde ubicar a estas empresas, lo que debe plantear la Junta de Andalucía es un plan serio para incentivar el empleo y no tirar balones envenenados a otras administraciones.
Si patética es la actitud de la Junta de Andalucía, aún lo es más la de algunos sindicatos (especialmente UGT) haciendo un seguidismo intolerable sobre la dejación que viene haciendo en la última década los socialistas de su responsabilidad de gobierno y sus compromisos con todos los parados de esta provincia y en especial de la Bahía de Cádiz.
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