
Mucho ha llovido desde esa fecha, y mucho más ha cambiado el mundo en general, y el mundo laboral en particular. En este año, en España, se va a celebrar nuevamente una manifestación por parte de los sindicatos de trabajadores. Pero en este año de crisis económica mundial, en nuestro país se está produciendo un fenómeno específico del que no participan el resto de países occidentales: la histórica destrucción de empleo.
Desde la llegada de Zapatero al poder hace más de cinco años, la concertación social ente el gobierno socialista, los sindicatos mayoritarios y los empresarios, ha sido vendido por Zapatero como un gran logro de su gobierno y como la panacea para lograr el pleno empleo. Sindicatos y empresarios han ido dirigiendo la política laboral en nuestro país a golpe de muchos millones de euros en políticas activas de empleo, subvenciones, expedentes de regulación de empleo pactados, etc. que no han dado los resultados esperados. Todo lo contrario, nos hemos convertido en el país europeo que destruye más empleo, hasta llegar a los cuatro millones de trabajadores que hoy no tienen nada que celebrar y muy poco que agradecer a los sindicatos mayoritarios que se han convertido en parte del problema.