COMIENZA LA CUENTA ATRÁS

El próximo lunes, se convocaran las próximas elecciones Generales y Andaluzas para el próximo 9 de marzo. Para los andaluces esta noticia tiene una doble vertiente: una positiva, es el final de la última legislatura del socialismo en Andalucía desde 1986; y otro negativo, volvemos a perder una oportunidad de celebrar unas elecciones propias e independintes para debatir los asuntos que verdaderamente preocupan a los andaluces y nos veremos obligados a debates genéricos que difuminarán los agudizados problemas de incremento del desempleo, baja calidad de nuestra sanidad, de nuestra educación, de nuestras infraestructuras y nuestra economía...

Nos encontramos ante unas elecciones abiertas. Hay partido, y lo vamos a jugar. El tándem que forman Javier Arenas y Mariano Rajoy está dispuesto a asumir dentro de dos meses las riendas de unos gobiernos, el andaluz y el español, que han visto como en los últimos cuatro años se ha cambiado la getión de los intereses públicos, por la propaganda. Y precisamente estas elecciones van a estar marcadas por la percepción que tengan los ciudadanos de qué partido gestionará mejor la crisis económica que se nos avecina y que si va a ser importante en España, lo va a ser mucho más en Andalucía.

LA FRUSTRACIÓN DEL CAMBIO

Con gran frustación hemos vivido los puertorrealeños los últimos meses de este aciago año, gracias a Dios, ya pasado. Tras la finalización de la intensa campaña electoral en la que ya veíamos el final del "barrosismo" imperante en nuestra localidad, el PSOE local consumó la mayor traición que ha llevado a cabo a todos sus votantes y seguidores en nuestra ciudad: mantener a José Antonio Barroso en la alcaldía puertorrealeña.

Los ciudadanos de nuestra ciudad, desde las primeras elecciones democráticas, han dado fielmente su apoyo al Partido Socialista. En todas las elecciones, menos en las municipales, en las que sistemáticamente frustraban sus expectativas al no lograr configurar un equipo ni un líder que le hiciera sombra a José Antonio Barroso. Ni personas del nivel intelectual y político de Juan Manuel García Candón, ni Pepe Benítez, ni Antonio García, lograron retener un voto socialista que sí resultaba fiel en el resto de contiendas electorales. Pero tuvo que venir de fuera un personaje que, gracias a sus apoyos en la dirección regional del Partido Socialista, y de su vinculación familiar con el núcleo duro del "Clan de Alcalá", había logrado conformar un discurso que parecía podía terminar con décadas del "barrosismo" más rancio que hemos podido vivir y sufrir, en los últimos años. Pero cuando los ciudadanos hablaron y expresaron mayoritariamente su voluntad de Cambio para Puerto Real, resultó que los intereses ocultos y de partido se interpusieron ante la voluntad del pueblo. Cuando las matemáticas situaban al "barrosismo" en la leal oposición y parecía surgir una alternativa fuerte y capaz de asumir los problemas que acucian a nuestro pueblo, resulta que por unos sueldos y unos sillones se frustran años de esperanza en el Cambio. La gran traición del pasado años ha sido la condena a la que nos sometido el Partido Socialista de tener que aguantar cuatro años más a José Antonio Barroso al frente de un ayuntamiento para el que no está capacitado ni legitimado moralmente para gobernar.

2007, UN AÑO PARA OLVIDAR

Recientemente he realizado en una rueda de prensa un balance de lo que ha supuesto el pasado año para Puerto Real y una valoración de lo que puede suceder en el recién estrenado año. El 2007 ha sido claramente uno de los peores años para Puerto Real en mucho años, y ese análisis lo centro en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, el cierre de DELPHI que ha supuesto un mazazo laboral para una Bahía ya bastante castigada por el paro. Pero no solo hay que destacar el efecto laboral, sino económico y social que este cierre va a suponer en el ánimo de los trabajadores y sus familias que han visto como han desaparecido de sus propias narices y en un tiempo record, los compromisos de mantener unos puestos de trabajo estables y cualificados, a pasar a engrosar las listas del INEM con la única perspectiva de la prejubilación, los menos, o la incorporación a un nuevo puesto de trabajo en peores condiciones y con la incertidumbre de la adaptación a un nuevo puesto de trabajo y de la estabilidad del mismo. Otros, por el contrario, no tendrán otras opciones más que las de buscar empleo en otras localidades, provincias o regiones españolas que ofrezcan una mayor garantía de poder seguir una vida laboral más digna y estable, aunque sea a cambio de alejarse de sus familias y de su tierra.

El otro aspecto negativo que nos deja el pasado año ha sido, esta vez ya en el aspecto plenamente político, la frustración por la imposibilidad de provocer un cambio político en el Ayuntamiento de Puerto Real. Durante la pasada campaña para las elecciones municipales, el ambiente que se percibía entre la población puertorrealeña era la necesidad de un cambio político ante el hartazgo de la verborrea mareante de José Antonio Barroso y su equipo de gobierno que demostraban día a día su incapacidad para sacar adelante los problemas que acucian a Puerto Real. Todos daban por hecho que el tandem Ana Mosquera-Maribel Peinado darían fin a un gobierno municipal acabado y sin ideas. Los ciudadanos votaron y confirmaron la necesidad del cambio político. Pero un pacto hecho a espaldas de los ciudadanos y que todavía no han explicado ninguno de los firmantes, ha permitido que José Antonio Barroso siga ocupando un sillón, el de la alcaldía puertorrealeña para el que no tiene ni ilusión, ni capacidad para seguir gobernando esta ciudad. El Partido Socialista ha vuelto a dejar tirado a sus votantes de Puerto Real y ha traicionado la esperanza del cambio en Puerto Real.

¡FELICIDADES, MAJESTAD!

Hoy celebramos los 70 años de nacimiento de nuestro Rey, Juan Carlos I. Por encima de las consideraciones que cada cual tenga de la oportunidad de la institución monárquica, se encuentra el profundo y sincero agradecimiento que la inmensa mayoría de españoles tenemos por la labor que el Rey ha desarrollado en estos más de 32 años de reinado en un país como el nuestro que se había caracterizado por la inestabilidad política y el enfrentamiento entre nosotros mismos desde hacía ya demasiado tiempo.

Pese a las adversidades que hemos sufrido, la institución monárquica ha represenado el equilibrio y la equidad a la hora de interceder en los conflictos internos, impulsando en un primer lugar el consenso constitucional y con posterioridad la consolidación de nuestra Democracia. Ha ofrecido en el exterior la mejor imagen que podíamos haber exportado, siendo un ejemplo de cómo un país es capaz de pasar de una Dictadura a una Democracia y simultáneamente convertirse en un referente de modernidad y prosperidad.

Nadie, ni quienes se han dedicado en los últimos meses a practicar un revisionismo de lo que supuso el espíritu de la Transición desde una clara intencionalidad partidista, ni quienes por un cateto esnobismo republicano que algunos quienen instaurar en el debate político actual, van a conseguir que los españoles nos olvidemos de lo que ha representado y representará la figura de Don Juan Carlos I en la consideración de los españoles.

OBAMA, POR EL CAMBIO

Que las elecciones presidenciales en Estados Unidos de 2008 iban a estar reñidas, eso a priori nadie lo discutía. Pero tras los resultados surgidos tras la jornada de ayer en los denominados "caucus" de Iowa, tanto Republicanos como Demócratas han empezado a hacer visibles las opciones con más posibilidades para optar a susutituir este año al actual inquilino de la Casa Blanca.

El senador demócrata Barack Obama ha sido el gran vencedor de estas primarias y que le permite ser la gran esperanza demócrata para intentar con posibilidades de éxito el asalto al poder del país más influyente del mundo.

Obama, ha logrado anular los prejuicios raciales que han existido históricamente en los Estados Unidos, y su éxito en Iowa es doblemente significativo al haberlo hecho frente a contrincantes tan importantes como son John Edwards y Hillary Clinton.

Pero esto no ha hecho nada más que empezar, y aún queda una gran carrera hasta la nominación demócrata que tendrá su segundo capitulo el próximo martes en New Hampshire, donde la exPrimera Dama tiene que recuperar el terreno perdido si no quiere perder pronto sus opciones de victoria.

Ambos, Obama y Hillary Clinton, han competido en liderar el deseo de cambio político en los Estados Unidos tras los ocho años de gobierno de George W. Bush. Pero en este primer asalto al poder ha sido el senador de Ilinois en claro vencedor.

¡ES LA ECONOMÍA, ESTÚPIDO!

¡Menudo inicio de año le está dando la economía al gobierno de ZP! Parece que esa mirada idílica de la situación política y económica que permanentemente nos ofrece las comparecencias de nuestro Presidente del Gobierno no se compadecen con los fríos datos de las estadísticas oficiales, que a dos meses de las próximas elecciones parece que no le augura unas buenas expectativas a los socialistas.

En estos días de primarias en los Estados Unidos, se hace necesario recordar la frase que encabeza este comentario (¡Es la economía, estúpido!) que le permitió ganar en 1992 a un bisoño Bill Clinton frente a un triunfal George Bush que acababa de ganar la primera Guerra del Golfo y que pese a ello, fué derrotado por no heberse ocupado suficientemente de la economía doméstica de los norteamericanos de a pié.

Los datos conocidos hoy sobre el expectacular crecimiento del desempleo, más de 35.000 parados en el último mes; el incremento hasta el 4,3% del IPC-Armonizado que de coincidir con el IPC supondría la tasa de inflación más alta desde diciembre de 1995 (¡Aquellos lejanos tiempos de los gobierno de Felipe González y su gurú económico Solves!); uniéndo a todo esto el record del precio del petróleo (Ya hemos lacanzado el histórico record de 100$), y por último el desplome del Ibex que ha quedado en el día de hoy en 14.800 puntos, lo que supone su peor arranque en los últimos 11 años; no suponemos que haya sido una jornada muy apacible en Moncloa tras su vuelta de las vacaciones navideñas en Doñana.

Lo cierto es que si estos datos se consolidan en los próximos meses, y parece ser que todos los análisis así lo auguran, puede suceder que durante esta campaña pasen a un segundo plano los temas que han sido estrella en la presente legislatura y que se impongan los asuntos económicos y la creciente sensación de que este gobierno socialista, mas allá de las campañas publicitarias, no han sido capaces de mantener la "despensa llena" que les legó los diferentes gobiernos del Partido Popular.

Es especialmente significativo el análisis que de esta situación ha hecho un medio tan afín al gobierno como es la propia Cadena Ser que en su programa vespertino "Hora 25 de los Negocios", ha presentado un estado muy fiel de la situación económica actual, y la que se nos avecina en los próximo meses porque no recelan de hablar de tendencia negativa de la economía española, incluso comparandola con los crecimientos que se están produciendo en otras economías de nuestro entorno europeo más próximo.