
Pero hay que ser cautos y no dejarse llevar por los insistentes comentarios que nos hacen los ciudadanos a pie de calle insistiéndo en la necesidad de provocar el cambio político en una de las provincias con más desempleo de Europa.
No se van a ir sin dar la batalla, nunca de cara, en buena lid, no saben hacerlo. Los socialistas de la provincia de Cádiz son capaces de sentar en su mesa a sus peores enemigos del pasado más reciente, sus "bestias negras". En su debilidad, son capaces de resucitar a Pacheco y darle la vida suficiente al Barroso más sectario y autoritario. Ya lo hicieron en el pasado con Hernán Díaz, al que se entregaron y consintieron sus desmanes urbanísticos mirándo para otro lado.
En este caso, la debilidad del socialismo gaditano pueden ofrecernos la oportunidad de sentar en la misma mesa de negociación a tres políticos veteranos de nuestra provincia : al propio alcalde de Benalup, a Pacheco y a Barroso, protagonistas y responsables de que esta provincia sea una de las más arruinadas de toda Europa.