LA DÉBIL MEMORIA CONTEMPORÁNEA DEL SOCIALISMO

Unas declaraciones recientes del ex-Presidente Aznar al Diario El Mundo con motivo de los 30 años de Democracia en España sobre la famosa (para la izquierda más integrista y antiamericana) foto de las Azores, han vuelto a porner en la primera línea de la política nacional la herecia recibida por el Partido Popular de manos del peor Felipismo y la que entregó el propio Aznar tras ocho años de progreso y crecimiento económico, nunca visto en nuestro país. Como pertinaz oyente de la Cadena Ser, he tenido la oportunidad de comprobar cómo los generadores de opinión de la extrema izquierda han salido como un resorte a intentar denigrar una brillante gestión que con el paso del tiempo y la perspectiva que ofrece la posibilidad de ir comparando con los últimos años del "socialismo zapateril", los ciudadanos pueden empezar a poner en el valor real que le corresponde en nuestra historia más reciente.

Reconozco que a aquellos que no suelan comulgar con las ideas de centro reformista del Partido Popular, la falta de humildad y cierta actitud prepotente que desde que renunció al poder, viene demostrando José María Aznar pueda generarles cierto rechazo. Pero de ahí, a que tengamos que soportar las permanentes insidias de aquellos que no pueden reconocer la realidad por su innato sectarismo en favor del actual gobierno socialista, va un importante trecho.

Cuando se habla de fotos e imágenes infames en nuestra corta, pero intensa, Democracia me suele volver a la memoria (la mía no es selectiva como la de muchos extremistas de izquierda), la que puedo consideras como representativa de uno de los momentos más infame de nuestra historia más reciente: la foto de la Cárcel de Guadalajara. En ella de refleja claramente como una parte del socialismo se español creyó estar por encima de la Ley y confundió el poder que les ofrecian de forma reiterada las urnas, con la posibilidad de hacer todo lo que considerasen oportuno con total impunidad. La legitimidad socialista por encima de la Ley. Ésta si que es una fotografía infame para los españoles ya que representa lo peor de cualquier Democracia: la corrupción en su máxima expresión.