
La banda terrorista ETA ha querido hacernos llegar su particular deseo para el próximo año: que no nos olvidemos de ellos. Y no lo debemos hacer. Con el atentado de esta mañana en Bilbao, los terroristas quieren traer a un primer plano informativo su persistente presencia en la vida política de los españoles, lugar que en los últimos meses había acaparado, casi de forma hegemónica, la crisis económica. El lugar escogido para el atentado como casi siempre no es aleatorio, sino que se ha querido dirigir al corazón de los medios de comunicación vascos (ETB, Deia, Antena 3, Expansión, El Mundo y Onda Cero) cuyas sedes han sufrido las consecuencias materiales del coche bomba. El objetivo es claro: intentar condicionar a los medios de cara a las próximas elecciones. Al ser 2009 año electoral en el País Vasco y ante la posibilidad de un cambio radical en el panorama político vasco poco favorecedor para los intereses terroristas, han querido mandar un aviso a navegantes ante la cada vez mayor unanimidad en la sociedad vasca de que la única salida al terror en Euskadi es la desaparición de ETA y la de sus acólitos, hoy mejor que mañana, sin negociar nada más que su puesta inmediata ante la Justicia y el cumplimiento íntegro de sus penas. Este intento de acallar a los medios de comunicación es la forma que tienen los terroristas de ir calentando una campaña electoral en la que todos nos jugamos mucho. Y ellos lo saben, quizás por eso es por lo que se encuentran tan nerviosos ante la posibilidad de perder definitivamente la partida.