
Nadie podía pensar que años más tarde, los serían ediles socialistas los responsables de las delegaciones que deberían actuar para corregir las irregularidades e injusticias cometidas por Barroso y sus conmilitones en la adjudicación del servicio municipal de piscinas.
Tampoco nadie, y menos Mosquera, se pensaría que alguien se acordara de sus denuncias contra el desgobierno barrosista. Pero como pudo ayer comprobar, siempre hay alguien que está dispuesto a situarle frente a sus incongruencias y ante su estafa como política chaquetera y mentirosa que está dispuesta a cualquier cosa para mantenerse en un poder que no logró gracias al apoyo democrático de los votos ciudadanos, sino gracias a un pacto vergonzoso en defensa de los intereses de su partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario